Jornadas de trabajo comunitario

Un día espléndido recibió al los participantes más madrugadores en las Jornadas de Trabajo Comunitario que atendieron a la convocatoria que RAMAS (Red de Apoyo Mútuo de ASturias) hizo para realizar una serie de trabajos en El Prao de Suances.
Una buena forma de presentarse e ir conociendo a los compañeros es saboreando un rico desayuno.
Luego empezarán las labores que se van a realizar estos días con la ilusión que la gente joven sabe imprimir a sus actividades.
El viernes ya acudió un nutrido grupo de participantes que tuvo que utilizar el refugio a cubierto porque llovía y no era cosa ponerse a montar las tiendas en esas condiciones.
Por la mañana, el sol lució radiante y, mientras iba llegando el resto, se iban apuntando a las actividades que más interesantes les parecían.
Antes de empezar el trabajo era importante situarse y tomar contacto con El Prao para hacerse una idea de la situación con los distintos espacios en los que trabajar para llevar a cabo las actividades propuestas.


No estamos inventando nada al hablar de trabajo comunitario.
Recuerdo de niño cuando se convocaba a los vecinos, siempre en domingo, "a caminos" y todos acudían para realizar trabajos para la comunidad sin recibir a cambio más que la satisfacción de haber mejorado un poco las condiciones de vida de todos.
O la llamada a "Andecha" asturiana con el "hoy por tí, mañana por mí" que tanto estrechaba los lazos de convivencia en la comunidad.
Con esta idea se han creado grupos como RAMAS: para apoyar las iniciativas que no podrían llevarse a cabo con el trabajo individual pero sí echando mano de la voluntariedad de aquellos que, sin ningún interés especial más que el de ayudar desinteresadamente, están dispuestos a acudir allí donde se les necesite.
Ilusiona pensar que las ideas y actividades que, hace muchos años, se consideraban necesarias aunque con un grado de obliatoriedad en bien de la comunidad, puedan estar ahora plenamente vigentes y funcionen aunque su participación sea totalmente voluntaria.


Con este planteamiento organizamos las jornadas de El Prao de Suances porque teníamos una serie de trabajos pendientes y sería imposible para nosotros solos terminarlos en un tiempo prudencial.
Así, con el trabajo repartido en varios grupos pudimos avanzar mucho y adelantar el trabajo de varios meses.
Pusimos unos paneles con los trabajos a realizar y cada uno que iba llegando se acoplaba al grupo que más le apetecía.
La oferta era amplia y variada: yurta (paredes, plataforma y corona), base del generador eólico, baño seco, horno solar, ducha compostera, invernadero, pozo, huerta, gallinas, subsistencias, comidas... hasta el puesto de "el animao" estaba disponible.

El plato fuerte era la construcción de una yurta para la que se organizaron tres grupos dedicados al engarzado de las paredes de varas de avellano, la preparación y nivelación del suelo y la construcción de la corona.
Ésta era la tarea más delicada porque se necesitaba doblar en forma circular dos tablones de fresno de tres centímetros de grueso para lo cual fueron tratados con vapor durante casi todo el día.
El sistema que seguimos ya era utilizado en la antigüedad para fabricar los cascos de los barcos y el resultado fue espectacular ya que los tablones se doblaron, ante los ojos atónitos de los observadores, como si fueran de plastilina.



Otro trabajo importante era la construcción de una base para que el generador eólico resista los embates de los temporales de invierno que suelen sacudir la zona.
Situado sobre una columna de hormigón y a 10 m de altura el generador ha quedado en condiciones de funcionamiento a falta de las pruebas y los elementos eléctricos de acumulado y regulación.
El régimen de vientos en El Prao no es constante pero esperamos obtener de él gran parte de la energía que necesitamos.
El sistema se complementará con la instalación de placas solares fotovoltaicas montadas el el tejado de la caseta de instrumentos junto a un panel térmico solar para calentar el agua de uso normal.
La ducha compostera viene siendo utilizada a pleno rendimiento hace tiempo. En ella la energía necesaria para calentar el agua se obtiene de la fermentación de la hierba de siega con la que se obtienen temperaturas alrededor de los 60 º C.





El baño seco y trabajos de mantenimiento y conservación en el pozo o el invernadero fueron otras de las actividades que se llevaron a cabo en estas jornadas que, a juzgar por los resultados, constituyeron un verdadero éxito.
La aprobación por la Consejería de Medio Ambiente de Cantabria, del proyecto que presentamos para el estudio y divulgación de las energías renovables para centros de enseñanza y organizaciones sociales,ha dado el espaldarazo definitivo al acierto en la convocatoria de estas jornadas.

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